El ejemplar fue donado por Federico de Onís en 1870 y está ubicado en el Edificio de las Escuelas Mayores
La secuoya roja que preside el claustro del Edificio de las Escuelas mayores cumple un siglo y medio, y esta semana ha recibido su homenaje como parte de la Semana Verde de la Universidad.
El árbol, que alcanza los 32 metros de altura y presenta un buen estado de conservación, fue un regalo de Federico de Onís y Onís en el año 1870, tal y como recoge Pablo Beltrán de Heredia en ‘Los Onís, una secular familia salmantina’, y llegó procedente del vivero La Carolina, propiedad del donante y ubicado en Cantalapiedra.
Originaria de la costa del Pacífico, en Norteamérica, la secuoya roja, cuyo nombre científico es Sequoia sempervirens (D.Don) Endl. es una conífera perennifolia perteneciente a la familia de las crupresáceas. Se trata de árboles muy longevos, que pueden superar los 1.500 años y alcanzar más de 100 metros de altura.
Convertido en uno de los símbolos más reconocibles de la Universidad de Salamanca, el árbol es objeto de un seguimiento constante para evaluar su estado, como el realizado por el equipo liderado por el profesor José Sánchez del Área de Botánica en 2014 y, más recientemente, la serie de muestreos e inspecciones de artrópodos llevados a cabo desde el Área de Zoología por un equipo encabezado por la profesora Laura Baños-Picón.
La conclusión de este seguimiento es que que la secuoya mantiene un notable vigor, con numerosos brotes vivaces a lo largo de todo el ejemplar, así como en equilibrio desde un punto de vista entomológico, con presencia de insectos y artrópodos pertenecientes a diferentes grupos tróficos: parasitoides, depredadores, herbívoros y descomponedores. En este sentido, las mayores amenazas detectadas son fruto de la limitación de espacio y las condiciones ambientales derivadas de su ubicación en el claustro, así como la suciedad y debilitamiento de algunas de sus partes debido a la presencia de numerosas palomas que nidifican en el árbol.
El rector, Ricardo Rivero, recordó ayer en la inauguración de la XIII Semana Verde de la Universidad el papel simbólico de la secuoya, convertida en el miembro vivo más longevo de la comunidad universitaria, y por tanto su decana. Para conmemorar su sesquicentenario, la Oficina Verde publica hoy un estudio sobre el árbol, que completa un vídeo conmemorativo de USAL Televisión.
Las ‘hijas’ de la secuoya
El buen estado de la secuoya ha posibilitado que en las últimas décadas se hayan plantado nuevos árboles procedentes de semillas y plantones del centenario ejemplar. Así, una de las más recientes hijas de la secuoya crece a buen ritmo desde el año 2013 en el Laboratorio Vivo del Campus Unamuno. Y muy cerca, en los patios de la Facultad de Derecho, se alzan otras dos llevadas allí a finales del siglo pasado. La descendencia de ‘La Decana’ también puede encontrarse en el parque de La Alamedilla, con dos ejemplares, y en el de los Jesuitas, donde crecen otros tres.
La Semana Verde continuará hasta el viernes con la publicación de diferentes vídeos en el canal de Youtube de la Oficina Verde dirigidos a informar y concienciar a la sociedad frente al cambio climático, en los que Camilo Ruiz, Fernando Silla y Mar Marcos (USAL) y Paula Reyes (Fridays For Future Salamanca) charlarán sobre la relación entre este problema, la educación y la investigación, entre otros aspectos.
Los actos concluirán el viernes 27 con una encuesta a la comunidad universitaria para conocer la percepción sobre la sostenibilidad ambiental y el cambio climático en la USAL, y con una exposición virtual de las fotos seleccionadas dentro del VIII Certamen de Fotografía Científica Universidad de Salamanca en su categoría de cambio climático.