Iniciativa para la gestión sostenible de residuos eléctricos y electrónicos
En una ciudad como Salamanca, el papel de la universidad es clave para la construcción del modelo de ciudad y para la difusión de una conciencia medioambiental que, partiendo de la comunidad universitaria, sea extensiva al resto de la ciudadanía. La Universidad de Salamanca cuenta con la Oficina Verde como entidad aglutinadora de gran número de acciones de promoción y difusión medioambiental y hoy, en Historias Savia, nos hacemos eco de una de las últimas acciones presentadas: Reconecta la USAL para una gestión circular de los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) de origen doméstico.
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, el pasado mes de junio se presentaba esta iniciativa que está coordinada por la Oficina Verde, pero que ha sido impulsada desde la Clínica Jurídica de Acción Social de la Facultad de Derecho y cuenta con la participación de la cooperativa salmantina de economía social y centro especial de empleo Por Siete.
La Clínica Jurídica de Acción Social forma parte de la Facultad de Derecho y más que una asignatura al uso es un “proyecto”, en el que participan un número selecto de alumnos y alumnas cada año y que se centra en el aprendizaje basado en servicios. Esta entidad cuenta con diversas líneas y este proyecto se ha desarrollado dentro de la línea de Medio Ambiente y Consumo Responsable, siendo el propio alumnado el que ha concebido el proyecto y desarrollado los materiales de difusión.
Según destacan desde la Clínica Jurídica de Acción social “El objetivo que buscan los alumnos y alumnas con Reconecta la USAL es concienciar sobre la importancia del consumo responsable y de la necesidad de saber qué hay detrás de estos productos eléctricos y electrónicos. Por un lado, estos productos cuentan con componentes altamente contaminantes por las sustancias que contienen, lo cual hace muy necesario procurar un reciclaje adecuado. Por otro lado, la reutilización de dichos componentes genera beneficios muy importantes para el medio ambiente, ya que evita que tengamos que volver a extraerlos de la naturaleza y evita también la explotación de muchas personas en diversos lugares del planeta. Los productos que pretendemos recoger pueden ser también preparados para la reutilización (reparación, actualización, etc…), con el objetivo de alargar la vida útil de los mismos, que contribuye a comprar sólo lo necesario, ejerciendo, en consecuencia, un consumo consciente y responsable”
La iniciativa consiste en la instalación de 34 puntos de recogida, que ya han sido instalados en 31 centros de los campus universitarios de la ciudad de Salamanca que el personal docente e investigador, estudiantes y personal de administración y servicios puedan depositar pequeños dispositivos eléctricos y electrónicos (como móviles, tabletas, secadores de pelo o cargadores). A partir de ese momento, la empresa Por Siete, especializada en gestión de residuos, se encarga de su clasificación, valoración y tratamiento, lo que posibilita la reparación, desmontaje o gestión de sus componentes, en función de su grado de reaprovechamiento.
El beneficio económico de la recogida irá destinado anualmente a iniciativas relacionadas con la protección del medio ambiente o de acción social.
Junto a la universidad de Salamanca, Porsiete es la otra parte integrante de este proyecto, una cooperativa de economía social que desarrolla su actividad en el ámbito del medio ambiente dentro de la economía circular y un centro especial de empleo que gestiona y valoriza los residuos y que tiene una amplia trayectoria en la gestión de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Desde Porsiete hacen énfasis en la importancia de reaprovechar materiales como el plástico y los metales, tareas en las que participan personas con discapacidad. “Es muy importante recoger los RAEE en el primer eslabón de la cadena, para manejarlos adecuadamente con el objetivo de que podamos recuperar todos los posibles. Aquellos aparatos que no podemos recuperar, los derivamos a otros gestores autorizados para que sean reciclados como materia prima para fabricar así nuevos productos” destacan desde esta cooperativa salmantina que, con su actividad contribuye a la economía circular, en la que los residuos se convierten en recursos para otros y son, a su vez, generadores de empleo.
Un proyecto cargado de valores, centrado en la colaboración y con amplias posibilidades de desarrollo de cuyos avances iremos informando a través de Savia Salamanca.