La fachada de Fashion Salamanca se ha convertido en un amplio muro verde gracias a una parra con casi medio siglo de vida
Una de las medidas de Savia Red Verde Salamanca, la Estrategia de Infraestructura Verde del Ayuntamiento para construir una ciudad más saludable, es promover muros verdes en edificios particulares para introducir la naturaleza en el entorno urbano de los barrios. Un claro ejemplo de ello es la fachada de Fashion Salamanca, en la Avenida de Lasalle.
Al mismo tiempo que esta empresa dedicada a vestir a la mujer desde 1972 fue creciendo desde su primera sala con máquinas de coser y una plancha, la parra que cubre gran parte de su fachada ha ido extendiéndose desde que fuera plantada por el padre de José Alberto y Daniel Lamas, actuales responsables de esta empresa familiar.
Una única parra con casi medio siglo de vida. "A mi padre le gustaba, la puso y la hemos visto crecer cada año. Ahora es una parte más de la fachada. Mucha gente cuando pasa por la avenida se queda mirando ahora en primavera, con la hoja nueva, pero también le sacan fotos al llegar el otoño, cuando durante algunos días está toda roja antes de perder la hoja", asegura Daniel Lamas.
No se trata solo de un elemento decorativo, de un accesorio ornamental más, sino que este muro verde conlleva importantes aportes medioambientales. Por un lado, propicia que se reduzca la temperatura ambiental del entorno del edificio, absorbe la radiación solar y regula la temperatura, lo que contribuye a un menor gasto en climatización. Y si en verano evita la radiación directa a la fachada reduciendo el sobrecalentamiento, durante el invierno hace que se retrase el traspaso del calor desde el interior al exterior. "En los meses de más calor, la parra hace de aislante y dentro del edificio se está fresco, y en verano, como pierde la hoja, no genera humedad", explica José Alberto Lamas.
Este tipo de fachadas vegetales son también pequeños pulmones verdes, pues capturan el dióxido de carbono y producen oxígeno, contribuyendo así a reducir la contaminación atmosférica, que ya de por sí es mínima en Salamanca, una de las ciudades de Europa con el aire más limpio, según los datos estadísticos de la Junta de Castilla y León y de diversos estudios de organismos oficiales. Además, absorben naturalmente el polvo y otras partículas suspendidas en el aire pues, con una capacidad de filtrar hasta el 85% de estas partículas.
Al mismo tiempo, estos muros verdes también tienen la capacidad de ser un aislamiento acústico. Así, una fachada vegetal de 8 centímetros de grosor es capaz de aislar hasta 40 decibelios del sonido que proviene del exterior. Incluso estas pantallas, en edificios particulares, pueden funcionar como fuente de relajación y liberación del estrés.
Por tanto, los beneficios son múltiples para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y contribuir a un aire aún más limpio. ¿Y el mantenimiento? Por ejemplo, esta fachada verde de la Avenida de Lasalle solo requiere de riego y controlar su crecimiento para que se adapte a la fisonomía del inmueble en lo que respecta a ventanas y puertas. En este caso, incluso se ha expandido hasta la valla del perímetro exterior, confiriendo una imagen más ornamental al entorno.
Porque hacer de Salamanca una ciudad a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático es tarea de todos los salmantinos. Con contribuciones como la de este muero verde se puede seguir sumando. Igual que esta parra ha ido extendiéndose durante casi medio siglo, Savia Red Verde puede ir creciendo en la conciencia de los salmantinos para una ciudad más saludable.
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