El estanque central de este parque es uno de los lugares más frecuentados por las familias de Salamanca desde su creación a finales del siglo XIX
El Ayuntamiento de Salamanca continúa desarrollando Savia, la Estrategia de Infraestructura Verde para contribuir a una ciudad más saludable y sostenible, a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático para favorecer una mayor calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Dentro de los diversos planes de acción que conforman Savia, proteger y promover la biodiversidad, es decir, la riqueza de especies de fauna y flora en el entorno de Salamanca, genera importantes beneficios asociados a los servicios que los ecosistemas ofrecen.
El Parque de La Alamedilla es uno de estos espacios de biodiversidad desde su creación en el año 1882, siendo además uno de los lugares más frecuentados por las familias de Salamanca debido a la presencia de aves en su estanque. Para favorecer esta tradición y mejorar el hábitat, el Ayuntamiento de Salamanca acometió en 2015 una remodelación con una isla interior accesible con pérgola y refugio para los animales, además de impermeabilizarse todo el estanque e instalarse un sistema de cloración específico que permite mantener el agua clara y en buenas condiciones de salubridad.
Junto con los habituales patos se incorporaron una oca y una pareja de cisnes blancos. Después de cinco años juntos, el cisne hembra falleció por una enfermedad respiratoria. Al tratarse de una especie monógama que gusta de vivir en pareja y en un mismo lugar, para evitar que la soledad del cisne macho pudiera derivar en depresión y empeorar su calidad de vida, el Ayuntamiento ha adquirido una nueva hembra, presentada hoy por la concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Miryam Rodríguez.
Si bien los cisnes son una especie animal que es fiel a su pareja durante toda la vida, una vez fallece uno de los dos miembros pueden volver a emparejarse tras un periodo de cortejo por parte de ambos, tanto del macho como de la hembra. De esta forma, no solo se mantiene la tradicional fauna avícola del Parque de La Alamedilla, sino que también se evita la desaparición de ejemplares de una especie amenazada en el mundo durante los últimos años.
Al mismo tiempo, se contribuye a la biodiversidad en uno de los pulmones verdes de Salamanca, con más de 23.000 metros cuadrados de superficie. De hecho, la presencia de fauna avícola en un espacio verde es una muestra de la calidad del hábitat en que se encuentra.