Hablamos con Alfredo Matallana, director del restaurante Vida y Comida
La construcción de un futuro más sostenible para Salamanca es una tarea compartida, en la que todos los sectores de la sociedad tienen su papel. La concienciación y las acciones que se llevan a cabo desde el ámbito particular suponen una contribución fundamental para afrontar los retos a los que nos enfrentamos como sociedad y como planeta, impulsando una evolución en clave verde a nivel local y global.
Desde Savia Salamanca seguimos haciéndonos eco de experiencias, de acciones y proyectos protagonizados por entidades y ciudadanía de Salamanca y, en esta ocasión, ponemos el foco en Vida & Comida, un restaurante inaugurado en 2010 y que, desde sus inicios, ha tenido como letimotiv la sostenibilidad. “El proyecto siempre ha girado en torno al compromiso social y medioambiental y, a medida que fuimos consiguiendo nuestro espacio en el mercado, pudimos ir profundizando en esos aspectos”, relata Alfredo Matallana, director de este local hostelero.
Este establecimiento tenía una visión muy clara desde su apertura y bajo la convicción de que, desde la hostelería, se puede hacer mucho por aportar a la sociedad y al planeta, venían aplicando medidas de sostenibilidad que, en el año 2021 fueron reconocidas por el programa Hostelería por el clima, una certificación que sirve como espaldarazo a una labor integral en la que destacan algunos aspectos como “nuestro packaging compostable, el uso de vehículos eléctricos para reparto, la apuesta por las energías renovables, la elección de producto fresco, nuestra política de gestión de residuos o la iluminación LED del local entre otros” detalla Matallana.
Este restaurante fue el primero de la capital charra en entrar a formar parte de esta iniciativa de ámbito nacional que supone una auditoria ambiental de los locales miembros y que es un reconocimiento a la visión empresarial de este local: “si tú actúas buscando aportar medioambiental y socialmente, todo el ecosistema que te rodea se ve beneficiado”.
Precisamente en este efecto multiplicador hace énfasis el director de este restaurante: “La hostelería es un sector que toca muchísimos ámbitos en materia de proveedores, de modo que cualquier acción que lleves a cabo, impacta en prácticamente el 100% del tejido empresarial”. Matallana destaca el papel de bares y restaurantes en ese cambio de paradigma global y considera que la concienciación está creciendo de manera significativa y que la aplicación de la sostenibilidad a los negocios salmantinos y a nivel general es un fenómeno que ha llegado para quedarse.
Le preguntamos a este hostelero salmantino si cree que rentabilidad económica y sostenibilidad son compatibles y no duda a la hora de responder: “totalmente compatibles, pero hay que tener claro que tienes que enfocar la vista al medio plazo, si miras a corto plazo no ves esa rentabilidad pero, con el tiempo, se van haciendo evidentes los beneficios económicos de haber desarrollado medidas de sostenibilidad: ahorro energético, menos coste en materia prima cuando implantas una filosofía de reducción del desperdicio alimentario…etc”. Este hostelero comenta también que lo que si es visible de forma inmediata es el beneficio a nivel de imagen “la sostenibilidad está de moda y eso hace que sea un acelerador para la implantación de todo tipo de medidas por parte de las empresas, a la vez que existe una bolsa de ayudas y subvenciones que eran impensables en nuestros inicios”, destaca también que se nota una concienciación cada vez mayor en la población joven salmantina que desde su local aprecian en las preferencias en alimentación: “se nota que se decantan cada vez más por alimentos sanos y no procesados”.
Desde este negocio salmantino tienen una visión integral de la sostenibilidad y, por esa razón, sus criterios se han aplicado también a un programa de fidelización lanzado a finales del pasado año. Se trata del proyecto Planeta Vida, un club de clientes en el que las visitas al local van vinculadas a recompensas llamadas tierra, árbol o semilla y que pemiten ir sumando puntos para obtener un premio que no es individual, sino que es un premio para la salud del planeta: la plantación de un árbol que el cliente podra monitorizar y cuya evolución podrá seguir mientras crece. Según Alfredo Matallana, el objetivo de este club es seguir evolucionando y creciendo, pasando en enfocarse únicamente en el ámbito ambiental para ampliarse al ámbito social.
Si tú también tienes un negocio o participas en una iniciativa que contribuye a la extensión de la filosofía Savia en Salamanca, nos encantaría conocerlo.
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